sábado, 3 de noviembre de 2018

Tercer día ( día 7). Isla Negra, Villa del Mar, Valparaiso




Entrada a la casa, una sucesión de estancias que fueron añadiéndose

 Los días pasan. Hoy ya es el tercer día de viaje y vamos a Isla Negra, Viña del Mar y Valparaiso. Salimos temprano para llegar de los primeros a la casa de Pablo Neruda. La verdad es que no me hacía mucha ilusión porque ya he estado en otras casas de personajes y no me dicen nada. Pero...la sorpresa fue tal, que pienso que es uno de los mejores lugares que hemos visitado. Es una casa como muy  personal, con una colección de recuerdos de sus colecciones.








Mesas, mascarones, cuadros, vajillas, habitaciones , camas, rincones todos ellos llenos de recuerdos, en los que te imaginas los mejores momentos de Pablo Neruda.  No falta el buzón de correos recordando " El Cartero de Neruda ".

Emblema de la Fundación, que administra las tres casas de Neruda en Chile: un pez dentro de dos círculos.

Y todo con la apariencia de estancias de un barco.Y nada puedo decir de las vistas al océano.



 ¡ qué lugar encontró !. Y no es un lugar cualquiera. Compró ses terreno  a un marino español y en el que solo había una cabaña de madera, pero con vistas a las rocas y al mar, donde la relajación y el silencio le ayudaron en su vida y la fué ampliando poco a poco. Disfrutaba con su última compañera Matilde y amigos. Jardines, estancias...Os puedo asegurar que esta mañana se me ha grabado en la retina. Además ellos reposan allí, mirando al mar...



Placa en la que recuerda que Neruda logró llenar un barco de españoles cuando comenzó la guerra y los llevó a Chile


Recuerdo esas campañas que tocaba cuando regresaba a la casa, para que todos los vecinos supieran que ya estaba allí. Y como sucede siempre, los tiempos en los viajes están medidos y al final tienes que correr y no puedes disfrutar lo que quisieras. Y ni entrar en la tienda, porque el bus espera para ir a Villa del Mar, a comer.

Furgoneta adaptada para la venta de comida. Pueden verse los precios,

Esta señora no parecía tener muchas ganas de vender.


ünica vista de Villa del Mar.


 Eso, solo a comer y para que salga en los folletos. Porque ver, ver..apenas nada. Salimos hacia Valparaiso, una vuelta en el bus, un paseo por su Plaza de Armas,





Edificio de la Armada de Chile, en la Plaza de Armas.

Curioso edificio de oficinas, dentro de los muros de los restos de otro edificio más antiguo.


desde donde se accede al puerto, que por cierto acababa de atracar el barco Esmeralda de la armada al que pudimos hacer una foto
Barco Esmeralda de la Armada chilena, que acababa de atracar.

Otra foto con otro objetivo.

Reflejo en la prensa de la llegada del Barcvo.


 y corriendo al bus, que nos llevó para subir en un viejo y antiguo funicular,

Haciendo cola para coger el funicular.

visto desde abajo, impresiona, aunque es muy cortita

Mecanismo simple del funicular

para subir a un mirador, donde los vendedores en sus puestecitos estaban dispuestos a que nos gastáramos los pesos. Desde allí arriba teníamos una magnífica vista sobre la ciudad, con sus edificios de colores, tremendamente poblada. Una pena no haber podido disfruta de esta gran ciudad que es Valparaiso.

Vista conjunta de Villa del Mar y Valparaiso. Impresiona esta vista.

Casas pintadas es lo que llama la atención. Y los cables: por seguridad en los posibles seismos. Así las averías la encuentran antes.



A la hora prevista, de nuevo al bus para regresar a Santiago. Una vez allí, dimos una vuelta por los alrededores del hotel y regreso al hotel para la cena. Mañana cogemos el avión en vuelo interior, hasta Punta Arenas.

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