lunes, 7 de diciembre de 2015

Piedrahita y el Molino del Tío Alberto.



Hoy día 6 de Diciembre hemos ido a pasar  y disfrutar de este precioso día a Piedrahita, con unos amigos de Madrid.
Despues de refrescarnos un poco en un bar de la Plaza Mayor






 y de dar una vuelta por este precioso







pueblo lleno de gente, nos fuimos a comer. "Es un lugar muy cerquita, nos dijeron". Y la verdad es que sólo está a seis Km. y pertenece a Bonilla de la Sierra. Su nombre es " La Huevería del Ganso".
Un restaurante muy amplio, agradable y bien atendido por su personal. Y con unas vigas de madera que me impresionaron. Subimos al primer piso, desde el que se tiene una excelente vista de la sierra de Gredos y, como no, del corral con cientos de gansos.



Y podeis suponer el plato estrella: HUEVOS DE GANSO. Y, deduciendo, tambien podéis imaginar lo que comí. Un solo huevo (como tres de gallina) con puntillitas y todo y un buen acompañamiento de verduras. Una pena que la foto del plato (una fuente grande) no me saliera.


Luego nos bajamos a tomar el sol en la terraza y disfrutar del café. Quizás demasiado sol, a pesar que de que abrieron una sombrilla, que no nos tapó nada.
Compramos unas manzanas del lugar y UN PAR DE HUEVOS.



Y salimos camino del Molino del Tío Alberto. El Molino del Tío Alberto llama especialmente la atención debido a lo bien que se conserva y al enclave en el que se encuentra situado. Hay que destacar que este molino es uno de los pocos que se conservan que funciona a la perfección, a pesar de la antigüedad de los componentes que lo forman. Para llegar hasta él, hay que llegar al pueblo y seguir por una carretera de montaña.






 El  molino fue restaurado por la Diputación y  suele estar abierto al público. Esta tarde, mala suerte, estaba cerrado. Así que sin mi cámara, y sólo con el móvil, hice unas pocas fotos y volvimos. Ya hacía fresquito. Estamos en Diciembre y cuando el sol se esconde, en la sierra, se nota en fresquito. Nos despedimos de los amigos y cada uno a nuestra casa.
Ha sido un día fenomenal.
( Alberto Jiménez Montenegro, se caracterizó por ser una gran persona y por el amor que puso en los cuidados del molino, así como la predisposición, ilusión y ganas con las que enseñaba el molino a todos aquellos visitantes que iban a verlo. Alberto, que falleció en 1999 )