viernes, 19 de mayo de 2017

Iglesia de Santa María, en Piasca (Cantabria)




Dentro de nuestro último viaje a Cantabria, al Desfiladero de la Hermida, hemos tenido oportunidad de conocer y volver a ver muchos lugares de esta entrañable Cantabria, Y , a pesar de la lluvia durante la mayor parte de los días, hemos recorrido rincones de los que uno no puede olvidarse. Y uno de ellos se encuentra en la carretera hacia Cervera de Pisuerga, subiendo hacia puerto de Piedrasluengas y una vez pasado el pueblo de Cabezón de Liébana, tomamos la dirección de Piasca. Aquí encontramos la Iglesia de Santa María de Piasca, protegida como monumento desde el año 1930.



 Piasca fue un importante monasterio del que se ha conservado su Cartulario, de gran interés histórico. A través del mismo, se conoce la existencia de este monasterio al menos desde el año 930. En el siglo XII decidieron cambiar el viejo templo monacal, por esta suntuosa iglesia dedicada a Santa María, de estilo románico. Pero de la primitiva fábrica románica sólo persiste la parte inferior de los ábsides, la abundante ornamentación escultórica y las portadas.

detalle de los capiteles en la puerta principal

Puerta occidental o puerta principal

Detalle de la Puerta Occidental




La iglesia no pudimos verla por dentro, pero podemos leer que está formada por tres naves de las que, como es habitual, la central es la más ancha. La nave central y la de la derecha rematan sus cabeceras mediante sendos ábsides de planta circular al exterior y poligonal al interior. La nave izquierda también tuvo en su día un ábside en simetría con el del lado opuesto, pero ha desaparecido.

Preciosa portada principal de esta Iglesia.


La portada principal, la occidental, está formada por cinco arquivoltas ligeramente apuntadas, de las que la cuarta (contando desde el interior) es de molduras aboceladas, la primera, la tercera y la quinta presentan su dovelaje labrado con motivos vegetales, y, por fin, la segunda arquivolta va tallada con una variada muestra de figuras escultóricas, tales como leones, cabezas humanas y de animales, dos parejas de músicos, etc. Los capiteles muestran espléndidas tallas de gran relieve de variada y magnífica iconografía: dragones alados, centauros, grifos y toda suerte de animales mitológicos y quimeras. Como nota de originalidad, uno de los fustes del lado derecho lleva labrada una imagen de San Miguel en lucha con el demonio.

Pequeña galería sobre la entrada principal con tres imágenes perfectamente identificables.

San Pedro y sus llaves del reino

Imagen de San Pablo

Talla románica de la Virgen con el niño, en la fachada principal


Sobre esta portada se ha conservado de la fachada primitiva una pequeña galería de tres arcos ciegos, el central de medio punto y los laterales lobulados, que alojan dos tallas románicas representativas de San Pedro -portando las llaves que le simbolizan- y San Pablo -con un libro en el que se lee «PAULUS»-, y otra del s.XVI que muestra a la Virgen con el Niño en brazos.

Detalle de la segunda puerta

Detalle en la puerta principal

La otra puerta, que se supone daría paso al claustro, ya inexistente.

Hermosa verntana en la zona este.

^Piedra grabada en el frontal occidental. No he logrado leer casi nada.


La verdad que un verdadero placer disfrutar de esta pequeña pero gran Iglesia románca. La pena es que no pudimos entrar. Pero habrá que volver, porque he leido que el interior las bóvedas y los cruceros tienen un aspecto netamente gótico, como correspondía a la época de la restauración. ( s.XV)
Espero que os haya gustado.