lunes, 26 de enero de 2015

Palacio de Catalina la Grande. Rusia





El Palacio de Catalina, situado a las afueras de la ciudad de St.Petersburgo, es uno de las atractivos turísticos que no puedes dejar de visitar. Es un monumento absolutamente fascinador de arquitectura y de jardinería del s XVIII.




El edificio se articula en varios edificios, el mayor de los cuales tiene una longitud de 340 m. Sus fachadas están decoradas con profusión de atlantes, columnas y grandes ventanales ornamentales, para los que se recurrió al ya característico contraste de colores del barroco ruso: azul, blanco, dorado. La decoración de los interiores pasmaba por su magnificencia: las puertas lucían sutil veteado dorado, la enfilada de habitaciones daba sensación de estar adornada con encajes brillantes.






Su exterior obscenamente lujoso. Se usaron más de 100 kilos de oro para dorar la sofisticada fachada de estuco y numerosas estatuas erigidas sobre el tejado. Incluso se rumoreó que el tejado del palacio estaba construido enteramente de oro

El palacio es espectacular por su grandeza, sus cúpulas de pan de oro,... luego una vez dentro del Palacio tienes que dejarte maravillar por sus salones, sus pasillos. Uno de los primeros salones que encontramos es el salón de los espejos.  La visita a este salón puede abrumar al mas escéptico por la profusión de dorados que están presentes en cada minúsculo detalle de esta estancia, y que se multiplican hasta el infinito por la multitud de espejos.



Y otro a destacar es el salón ámbar, el único que no se puede fotografiar y que tiene una luz y un sabor especial.
Durante siglos este palacio fue la residencia oficial de los zares en verano, y fue aquí donde el último zar Nicolás II vivió arrestado hasta poco antes de su ejecución.