domingo, 9 de junio de 2013

Palacio de Sanssoucí. Potsdam. Alemania






Fachada al jardín.Todfas las habitaciones con puerta al parque. Se puede ver el nombre granado en la facada.

Vista general del Palacio.




Llegados a Berlín, nuestra primera visita organizada fue a ver el Palacio de Sanssoucí, en la ciudad de Potsdam, muy próxima a Berlín.
Este palacio era el lugar de residencia de Federico II el Grande, rey de Prusia. Es un palacio pequeño, de diez habitaciones y de estilo rococó, en el que este rey se escapaba de la pompa y las ceremonias de la corte de Berlín Según nos contaron, su esposa no pisó este palacio en ningún momento y en él, el rey, se retiraba solo con sus amigos íntimos. Tan grande fue la influencia del gusto personal de Federico en el diseño y decoración del palacio, que su estilo ha sido calificado como "Rococó federiciano". Federico sentía el palacio como una propiedad tan personal que lo consideraba "un lugar que moriría con él". Y en esa creencia nunca dejo reparar las fachadas. Pero gracias a que no le hicieron caso, podemos disfrutar ahora de él.




Él decía: "una corona no es más que un sombrero en el que entra el agua cuando llueve". Estas palabras de Federico el Grande son muestra de su humildad. Sin gran pompa, pero con disciplina, este rey del s. XVIII cambió la historia de Prusia. Sus deseos eran los de un hombre sencillo: no tener preocupaciones, estar “sans souci”. (sin preocupaciones).



 El palacio ocupa casi toda la parte superior de la terraza desde la que se disfruta de los espléndidos jardines y la que desansan sus restos bajo una sencilla  La monotonía potencial de la fachada se rompe por un arco central, su cúpula se levanta sobre el tejado a cuatro aguas, con el nombre escrito del palacio-notablemente con una coma y una completa parada en ella en letras doradas de bronce.

Justo al lado del palacio hay un molino, actualmente restaurado, pero con una bonita historia. Parece ser que cuando el rey vió el molino, no le gustó que estuviera allí. Quiso comprarlo al propietario, Arnaldo, quien no se lo quiso vender. Capricho del rey y orgullo del molinero. El rey le dijo : "Te puedo quitar la propiedad sin pagártela". Y el molinero le contestó "Sí, pero hay jueces en Berlín". El rey montó en cólera y acudió a los tribunales. El juez le dió la razón al molinero por estar antes que el rey. Y este se sintió feliz, viendo que aún había alguien que confiaba en la justicia. Según cuenta la tradición, el hijo del molinero quiso cederle la propiedad, pero el rey dijo : "el molino ni es vuestro ni es mío, pertenece a la historia"
El molino puede visitarse por dentro, previo pago en taquilla.








En el año 1990, Sanssouci y sus grandes jardines fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Desde abajo, apenas se ve elpalacio. Pero se observan prefectamente el conjunto de parras, preservadas por verjas metálicas.

2 comentarios:

  1. muy buena nota Juanito,super agradable y con bonitas fotos :) estaba buscando la historia del molinero para contarsela a un amigo y dí con esta página, muchos saludos desde Alemania.

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  2. Me alegro que te haya servido para algo. Desde luego, esta historia me encantó. Fue un rey bueno.

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