domingo, 6 de febrero de 2011

Pozo de los Humos. Desde la ribera de Masueco.


El Pozo de los Humos es una cascada en el río Uces a
Su paso por los términos municipales de Masueco de
 la Ribera en su margen izquierda y  de Pereña de la Ribera
en su margen derecha, en la comarca de las Arribes del
 Duero, en el noroeste de la provincia española de
Salamanca.
La granítica pared por la que fluye la cortina
 de agua tiene una caída libre de cincuenta metros
que al llegar abajo forma una nube de vapor que se
eleva por todo el contorno, siendo un espectáculo
inolvidable que no tiene parangón en la península
Ibérica.
Al llegar el torrente del Uces, se bifurca, lo cual da lugar
A que, además de la cascada de los humos, haya otra por
la parte derecha, llamada el Pozo de Las Vacas.
Nada mas bajarte del coche en el merendero, para
Comenzar el descenso, se divisa el agua del río Uces,
Pero la apacibilidad de sus aguas no nos indica nada
De la gran caída de agua. Sólo los oidos nos ponen en alerta.







Según vas acercándote, se tarda como 20 minutos en descender, se divisan las diversas instalaciones. Entre ellas el mirador que se alza sobre la catarata. Impresiona ya desdelejos.

 

El paisaje es emocionante para los amantes de la naturaleza. Y según te vas acercando el ruido se hace mas intenso y las gotas de agua mojan. ¡Cuidad las cámaras de fotos!

Y cuando te acercas, los ojos se abren como platos ante semejante espectáculo que produce el agua de este pequeño y apacible río Uces.  

La ladera que baja hacia el río por la parte de Masueco se llama la Roblea, hay una senda que nos conduce a la coronación de la cascada donde un mirador nos asoma al vacío y por una angosta vereda serpenteante, llamada la Cañada de Zarzalino, podemos bajar al pozo. 


En esta ocasión no bajamos al pozo. Nos quedamos en el mirador. El sol nos ofreció un arco iris perfecto, pero que se pudo fotografiar regular porque "el humo" de agua mojaba la cámara.



 Y esta fue la panorámica de la que salío la primera foto:





Una vez disfrutado el espectáculo, decidimos iniciar la vuelta. Ahora toca subir por un camino amplio, pero húmedo. Sin prisas, llegamos al merendero, donde habíamos dejado el coche. Y en los descansos, aprovechábamos para hacer alguna foto. Como ésta, del apacible y sencillo Río Uces.




 Y para terminar la jornada de la mañana del sábado, paramos en Vitigudino para comer y descansar de esta buena ruta de hoy. Y como no, hicimos alguna foto.

 El reloj del edificio consistorial marcaba las cuatro de la tarde. Buena hora para volver a Salamanca.



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