Por casualidad. Habré pasado cientos de veces, pero nunca había parado en el pueblo. Y la verdad es que en esta ocasión tampoco paramos, entramos y seguimos por un camino en dirección a la Ermita. Ermita de la Virgen de la Peña. Iba junto a mi hija en busca de un tesoro de Geocaching. Hay personas que esconden algo y dan las coordenadas para que alguien lo encuentre, lo anote y puede dejar algo más en el recipiente y volver a esconderlo. Y tiene que decir que lo ha encontrado. Es como la busca del tesoro en la actualidad. Pero por todo el mundo. Y apto para todas las personas.
Yo me llevé la cámara y, nada mas llegar, me quedé sorprendido por las rocas y los desniveles. Pero sobre todo el paisaje que se divisa desde allí. Un hermoso valle, con un regato por medio y, al fondo, los dos montes Arapiles: resulta que esa explanada es donde se desarrolló la gran Batalla de los Arapiles.
Me acerqué un poco mas y me sorprendí al ver una plaza de toros alargada. Y muchos niños. Los niños del pueblo habían ido a pasar allí la tarde. Un lugar genial.
Me acerqué a la plaza y volví a subir hasta la Ermita. Por el camino, entre las rocas, había unos enormes charcos, casi charcas, pues el día anterior había llovido de lo lindo.
Y para remate... una maravillosa puesta de sol.
Siento no tener ninguna foto del pueblo. Pero otro día me acercaré.
Y de la batalla de los Arapiles, que fue el inicio de la guerra de la independencia, el 22 de Julio de 1812, en la que los aliados anglo-hispano-lusos, al mando del Duque de Wellington, vencieron a las tropas de Napoleón, al mando del mariscal Marmont.